Día 26 de marzo de 2007, Mauricio, María Dolores, Ana y yo nos proponíamos ir al Puy de Dôme (una montaña que es muy conocida aquí, desde la cual se ve todo Clermont.) Habíamos quedado en la estación de autobuses, pero cuando llegamos resulta que no salía ningún autobús hasta mayo y la forma de ir era en coche o andando(4horas ida-4horas vuelta) y la verdad no estábamos por la labor. Así que decidimos ir a Thiers un pueblecito de la zona donde lo más típico que tienen son los cuchillos. Pero antes de irnos llamamos a Juan Héctor para ver si se apuntaba. Y como se apunta a un bombardeo...se vino corriendo desde la escuela, fue a comprarse algo para comer y se vino. Llegó con el tiempo justísimo, porque el autobús se iba a ir en breve, pero bueno.
Después de una hora y algo de autobús por fin llegamos al pueblo. Algunos tenían que sacar dinero y durante la espera como María Dolores estaba muerta de hambre se puso en mitad de la calle a cortase el pan y a prepararse un bocadillo. Pero al final se espero a que fuésemos a un parque.
Después de llenarnos bien la panza, fuimos a visitar el pueblo. Que la verdad no tenía mucho y además la oficina de turismo y los museos estaban cerrados
Así que lo único que pudimos hacer fue dar un paseo por el pueblo y luego volvernos a Clermont...Cuando ibamos a coger el autobús de vuelta resulta que habíamos comprado un bono para que nos saliese más barato y nos dice el conductor que no sirve. Así que nos toco ir en busca y captura de la tienda de los autobuses para que nos dijesen a que hora pasaba uno en el que pudiésemos usar los bonos. Como nos tocaba esperar una hora fuimos a comprarnos unos helados para que la espera fuese más dulce...!! Cuando llegamos a Clermont nos fuimos a Alcampo para comprar todo lo necesario para la comida internacional(proxima historia) y cual fue nuestra sorpresa que cuando llegamos era la semana del Mediterráneo y había un montón de productos de España...umm rico rico...!!!Compramos embutido(que luego nos robarían en Chavarot) y churros de estos congelados. El problema es que cuando llegaron a mi casa se habían descongelado y se habían hecho una masa compacta...es decir un auténtico churro..ejeje, pero bueno!!
De vuelta a casa, después de conseguir meter todas las botellas en la mochila de María Dolores y mía(como pesaban las cabronas) empezamos a hacer el tonto en el tram y como yo llevaba mi cámara empezamos a hacer fotos muy seguidas,que parecía una película antigua.
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